Mónica R. Morales Rodríguez

Cuando inicio mi consulta privada tanto con niños como adultos en 1990, el trabajo psicoterapéutico básicamente orientado en la teoría Gestalt se basaba en charlar con mis pacientes acerca de las diversas problemáticas que estaban viviendo, recuperar los sentimientos reprimidos de dichas experiencias, realizar diversos experimentos que coadyuvaran al darse cuenta y buscar en conjunto diversas alternativas que pudieran ser viables en el manejo de sus conflictos. Años después escucho hablar de las Flores de Bach, por una maestra Argentina que venía utilizándolas desde tiempo atrás; en ese momento quedé asombrada por los usos terapéuticos que ella daba a las mismas. Se despertó mi interés y comencé en la búsqueda de algún curso o diplomado sobre el tema. Por fortuna encontré a dos personas maravillosas que me introdujeron al mundo de la medicina alternativa como un medio de auxiliar al paciente en el manejo de sus emociones y es así, que me fui adentrando en un mundo que para mi rigor cie

Se define a la Codependencia como: “un estado emocional, psicológico y conductual que se desarrolla como resultado de que un individuo haya estado expuesto prolongadamente a y haya practicado, una serie de reglas opresivas, reglas que previenen la abierta expresión de sentimientos al igual que la discusión abierta de problemas personales e interpersonales” Dentro de las reglas que se dan de manera implícita en una relación codependiente se encuentran. La prohibición acerca de discusiones acerca de problemas, la expresión abierta de sentimientos, la comunicación honesta y directa así como jugar y divertirse a través del crecimiento y del cambio. Mucho se ha hablado de la codependencia, pero poco se hace referencia a lo que hace un ser humano para volver dependiente a las personas. En la medida en la que un ser humano no permite que su compañero ejerza su libertad de elección, interrumpa el flujo del libre albedrío o critique de manera constante y persistente las acciones o decisiones