Mónica R. Morales Rodríguez

En Librerías… En nuestros días la música clásica se ha dejado en el olvido; ciertas personas se atreven a escucharla sin temor a ser criticados, evaluados o tachados como seres antiguos. Se piensa que la música clásica pertenece a los individuos de la tercera edad, ya que, es aburrida, no dice ni transmite nada y desde esa idea regresamos a la música popular como el pop, rock o a la música alternativa. Estudios no tan recientes llevados a cabo por el Dr. Alfred Tomatis, nos hablan del efecto Mozart y su gran ayuda en diferentes factores a nivel cerebral. No sólo es aplicable a bebés o niños como en algún tiempo se pensó. El escuchar música clásica durante treinta minutos al día logra un efecto de impacto en el cerebro de doce a dieciocho horas en diferentes áreas como la atención, concentración y reeducación de la escucha. Normalmente nuestro cerebro funciona con ondas Beta que son las que produce el cerebro, son rápidas y están presentes en nuestra actividad diaria, creando un estado

Hola a todos, recientemente una de las alumnas de Reiki me escribió un mensaje, ya que, tenía dudas sobre los efectos negativos o maléficos del Reiki. Esta duda surge porque una persona le comenta que el Reiki puede generar energías negativas que pueden dañar al sanador. Cuando tomamos los niveles de Reiki, nos abrimos a la energía del universo, por lo tanto recibimos energía directa de Dios, digamos que él nos escoge para que seamos sus mensajeros energéticos y podamos hacer llegar energía limpia y sana a la persona que está enferma, ya sea, en lo emocional o en lo físico: que sabemos de sobra, es parte de lo mismo. Existen personas que tienen mucha energía contenida por las diversas experiencias por las que han pasado, esa energía puede sentirse densa o pesada, sin embargo, nosotros no nos quedamos con nada, porque sólo somos canales de luz y amor. Conforme se da Reiki a estas personas su energía se va depurando y se va transformando. Los símbolos de Reiki nos dan tanto protección a

En tan sólo tres meses hemos vivenciado diferentes siniestros. Ya no sólo basta con las complicaciones nacionales, familiares o personales. Nuestro mundo esta reclamando paz. A veces pienso que lo está haciendo como cualquier animal que se sacude las pulgas para deshacerse de la comezón. Por desgracia en miles de años no hemos aprendido a coexistir con la naturaleza, por el contrario, pareciera ser que de igual manera nos estorba. Construimos carreteras sobre las montañas rompiéndolas en pedazos, deforestamos un bosque para poner casas del Infonavit y aún peor aprendemos a nadar entre basura y pañales. Bien dicen: “Los seres humanos nos acostumbramos a todo menos a no comer. Y ¿Cuándo no tengamos con qué alimentarnos? Una realidad es que no podemos echar el tiempo para atrás. Sólo nos resta hacernos responsables por las acciones que tomemos de aquí hacia el futuro. Las recomendaciones nos las sabemos de memoria, aunque no las apliquemos, tales como: cuidar el agua, usar focos ahorrador