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Mostrando entradas de junio, 2011

EL DIVORCIO, UNA FORMA DE DUELO.

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Cuando ya se hizo hasta la imposible por salvar una relación; se habló, se trató de llegar a acuerdos sin ser respetados, se cedió, se discutió, se separaron, se volvieron a encontrar, acudieron a terapia de pareja y aun así las cosas van de mal en peor, es tiempo de pensar realmente en una separación definitiva (divorcio). Cabe resaltar que no se piensa en una separación definitiva hasta que no se hizo todo lo posible por rescatar una relación. Primeramente es correcto hacer todo lo que está en nuestras manos para subsanar los problemas y más si todavía existe un cariño hacia la otra persona; sin embargo, pueden presentarse diversos factores que definitivamente entorpecen que las personas involucradas logren cohabitar juntos. Es triste y lamentable que esto ocurra, pero, en muchas ocasiones las decisiones de una pronta formalización, la falta de comunicación, las características individuales incompatibles o tener expectativas diferentes sobre el amor, los hijos, el proyecto prof

SEPARACIÓN CONYUGAL COMO OPCIÓN, ANTES DE LA DECISIÓN "DIVORCIO"

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La separación es una crisis de la vida conyugal bastante común, aunque resulta traumática para los implicados en una relación, debido a que se puede llegar a pensar que la relación terminó definitivamente o podemos contactar con miedos o creencias que serán puestas a prueba debido a la lejanía del conyugue. La realidad de este hecho es que puede servir como una oportunidad para evaluar de nuevo el contrato conyugal y las metas individuales. Muchas parejas piensan de manera automática en el divorcio y al respecto hablare a profundidad en la siguiente participación; sin embargo, antes de tomar una decisión que es definitiva y que va a lastimar a todas las personas que conforman la familia, sería bastante sano, pensar en una separación para aclarar realmente la situación. La necesidad de lejanía física y emocional se puede presentar cuando los involucrados se sienten asfixiados o presionados de alguna manera y requieren poner tierra de por medio para poder aclarar en soledad, el cómo

La inteligencia emocional en la pareja.

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Paul Mac Lean, célebre psicólogo norteamericano, ha sido una de las personas que se han encargado de estudiar al cerebro humano y distingue tres niveles dentro de éste. Estos tres cerebros de los que habla Mac Lean son el cerebro reptiliano, que compartimos con los lagartos, el cerebro límbico, que nos asemeja al resto de los reptiles y a los mamíferos, y el cerebro cortical, que ya se desarrolla en algunos mamíferos pero que alcanza su máximo exponente en el ser humano. El cerebro más primitivo, el reptiliano , es también el que nos conecta con el hombre primitivo. Es un cerebro que nos entronca con nuestras raíces, con las tradiciones, con los rituales, con nuestro atávico miedo al cambio, a lo novedoso. Este cerebro se encarga de automatizar todas nuestras respuestas, de la repetición, de la rutina, pero también de marcar nuestro territorio, de defendernos ante cualquier agresión externa. El cerebro límbico controla todo lo relacionado con los afectos, con lo v