Admiracion y Confianza
Dos de los elementos necesarios en una relación de pareja, van a ser la admiración que siento por el otro y la confianza que he depositado en él.
Cuando nos referimos a admiración estamos hablando de ciertos aspectos de la personalidad de mi compañero que realmente me llaman la atención y desde ahí presento un profundo respeto por el. De hecho la admiración es una de las bases más importantes para alimentar el amor y la sexualidad.
La admiración puede estar centrada en diversos aspectos de la persona, en su físico, en la caridad y la bondad, en la inteligencia, en una personalidad carismática, en como maneja sus relaciones interpersonales o en su posición académica o social. Si una persona despierta la admiración de otro, le será fácil granjearse su respeto y su atención, la predispone favorablemente.
La admiración facilita el surgimiento del sentimiento amoroso y también del deseo.
Es fácil darse cuenta de que cuando la admiración desaparece, la relación afectiva se distancia, el amor se va convirtiendo en una especie de tolerante compañerismo que a veces desemboca en la compasión.
Sin embargo no es correcto admirar en exceso porque estamos convirtiendo a la persona en un Dios y cualquier detalle oscuro que le veamos, rompera de tajo con todas nuestras ilusiones, el sobrevalorar a una persona nos lleva a tratar de evitar observar sus aspectos negativos, sobreestimando los positivos y desde ahí disculpamos o justificamos las conductas erróneas del otro. Todo es necesario en su justa medida, teniendo clara a la persona tanto en sus aspectos admirables, como en aquellos que lo convierten en un ser humano común y corriente.
En el caso de los varones la confianza es lo más importante para ellos, el saber que pueden depositar responsabilidades en uno como mujer y que nosotras podemos solventar la situación sin ningún problema. Las mujeres es más fácil que desde la admiración establezcan lazos afectivos, mientras que para los hombres es importante la confianza aunque también para ellos es significativa la admiración pero no en igual medida.
Cuando nos referimos a admiración estamos hablando de ciertos aspectos de la personalidad de mi compañero que realmente me llaman la atención y desde ahí presento un profundo respeto por el. De hecho la admiración es una de las bases más importantes para alimentar el amor y la sexualidad.
La admiración puede estar centrada en diversos aspectos de la persona, en su físico, en la caridad y la bondad, en la inteligencia, en una personalidad carismática, en como maneja sus relaciones interpersonales o en su posición académica o social. Si una persona despierta la admiración de otro, le será fácil granjearse su respeto y su atención, la predispone favorablemente.
La admiración facilita el surgimiento del sentimiento amoroso y también del deseo.
Es fácil darse cuenta de que cuando la admiración desaparece, la relación afectiva se distancia, el amor se va convirtiendo en una especie de tolerante compañerismo que a veces desemboca en la compasión.
Sin embargo no es correcto admirar en exceso porque estamos convirtiendo a la persona en un Dios y cualquier detalle oscuro que le veamos, rompera de tajo con todas nuestras ilusiones, el sobrevalorar a una persona nos lleva a tratar de evitar observar sus aspectos negativos, sobreestimando los positivos y desde ahí disculpamos o justificamos las conductas erróneas del otro. Todo es necesario en su justa medida, teniendo clara a la persona tanto en sus aspectos admirables, como en aquellos que lo convierten en un ser humano común y corriente.
En el caso de los varones la confianza es lo más importante para ellos, el saber que pueden depositar responsabilidades en uno como mujer y que nosotras podemos solventar la situación sin ningún problema. Las mujeres es más fácil que desde la admiración establezcan lazos afectivos, mientras que para los hombres es importante la confianza aunque también para ellos es significativa la admiración pero no en igual medida.
Actualmente los hombres comienzan a sentir gran admiración por los logros de sus parejas, ya no lo ven como una competencia, sino como un medio de crecer en conjunto y lograr asi una mejor calidad de vida.
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