LA OTRA CARA DE LA DEPENDENCIA.

Se define a la Codependencia como: “un estado emocional, psicológico y conductual que se desarrolla como resultado de que un individuo haya estado expuesto prolongadamente a y haya practicado, una serie de reglas opresivas, reglas que previenen la abierta expresión de sentimientos al igual que la discusión abierta de problemas personales e interpersonales”

Dentro de las reglas que se dan de manera implícita en una relación codependiente se encuentran. La prohibición acerca de discusiones acerca de problemas, la expresión abierta de sentimientos, la comunicación honesta y directa así como jugar y divertirse a través del crecimiento y del cambio.

Mucho se ha hablado de la codependencia, pero poco se hace referencia a lo que hace un ser humano para volver dependiente a las personas.

En la medida en la que un ser humano no permite que su compañero ejerza su libertad de elección, interrumpa el flujo del libre albedrío o critique de manera constante y persistente las acciones o decisiones del otro, es una forma de inactivar la iniciativa o fuente de poder de una persona.

Pongamos de ejemplo a una paciente que acude a psicoterapia porque su marido decide terminar la relación;  la problemática más fuerte que enfrenta esta mujer es que su marido la inhabilitó durante 20 años, el se hacía cargo de componer todos los desperfectos de casa, él hacía los pagos en el banco, él llevaba a sus hijos a dónde ellos quisieran y pasaba por ellos a la hora indicada, esto es: el se hacía cargo de todo y de todos.

La pregunta que surge es ¿qué estoy haciendo para convertir a mi pareja en un ser dependiente? Y para dar respuesta a esto tenemos que revisar varias conductas que podemos llevar a cabo de manera inconsciente y que creemos adecuadas cuando las ejecutamos.

1.- Resolver sus problemas aunque no nos lo haya solicitado.

2.- Tomar decisiones que sólo le corresponden a la persona implicada en la situación vivida. Desde lo más simple: Qué vamos a comer o en dónde tienes que buscar trabajo.

3.- Decirle lo que tiene que hacer o decir en determinada situación.

4.- Escogerle su ropa

5.- Privarla de sus relaciones sociales, argumentando que no necesita de alguien más, que todo lo tiene con el implicado.

6.- Satisfacer todas las necesidades que se presenten en la pareja

7.- Proyectar un futuro o unas metas, sin consultar si realmente es eso lo que se desea.

8.- Deteriorar la autoestima del otro, recalcando lo mal que hace las cosas o evidenciando sus fallas, como un medio para incapacitar y que desde esa manera siga necesitando a la persona que ejerce este control, convirtiéndose esto en un círculo vicioso, en donde el dependiente se siente incapaz de enfrentar su mundo y el otro a su vez reforzando esta situación.

Cabe señalar que la persona que provoca la dependencia, a su vez se queda anclada a una situación en donde le es necesario resolverle la vida a los demás. Siendo esto la cruz que tiene que cargar, cuando pide a los otros, que ejerzan su libertad y decidan, entonces ambos se convierten en dependientes y/o codependientes: Uno es el decide resolver y otro el que se deja que le resuelvan.

A final del camino esa persona que logró que los demás fueran dependientes de él, llega a un gran momento de insatisfacción y enojo por darse cuenta de que él tampoco es libre ya que tiene que cargar a muchos más junto con él.

Es de relevancia recalcar que la mayoría de las personas que desean controlar a los demás indicándoles el camino por dónde seguir, es porque de fondo presentan una gran necesidad de control y poder, se sienten seguros de sí cuando los demás hacen o dicen lo que ellos indican. Necesitan ser necesitados para así valorar su propia existencia y no se consideran personas valiosas si comparten su vida al lado del otro, sin inmiscuirse o sin indicar como proceder. El reto para estas personas es confiar en ellos mismos y desde esa seguridad interior confiar en que cada individuo es capaz de resolver cualquier cosa que se presente en su entorno. Aprender a estar sin estar: aceptar la realidad, los hechos y esto requiere fe en nosotros mismos, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo.

Tomando como base el libro “Ya no seas codependiente” de Melody Beattie nos indica que los codependientes pueden:

1.- Pensar o sentirse responsables de otros, tanto de sus sentimientos, pensamientos, acciones, elecciones, deseos, bienestar o malestar.

2.- Sentir ansiedad, lástima o culpa cuando las personas tienen algún problema

3.- Sentirse molestos cuando su ayuda no es requerida

4.- Anticipar las necesidades de otras personas

5.- Decir que sí cuando quieren decir que NO

6.- No saber qué quieren o qué necesitan realmente; ya que anteponen las necesidades de los otros a las suyas propias.

7.- Tratar de complacer a otros en vez de sí mismos

8.- Sentirse incómodos cuando reciben, sin dar nada a cambio

9.- Sentirse atraídos por gente necesitada.

10.- Sentirse aburridos, vacíos si no tienen una crisis en su vida. No saben estar en paz consigo mismos

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