OBSTÁCULOS PARA SUPERAR LA RUPTURA.


El psicólogo Stephen Gullo, investigador del impacto emocional causado por la ruptura amorosa, distingue errores que obstaculizan y retardan el proceso de recuperación:

La dependencia. La persona dependiente no desea terminar la relación ni mental, ni emocionalmente ni físicamente. Su reacción afectiva es lenta y se aferra a la idea de que aún queda algo vivo en la relación. Al negarse a darla por terminada, no puede afrontar la recuperación. La persona supone que no podrá vivir su vida, sin la presencia de ese otro. Lógicamente esto se da porque existe mucha confluencia entre las dos personas. Todo lo realizan juntos y no pueden desprenderse ni enfrentar las situaciones por sí mismos. Cabe resaltar que esto se trata sólo de una creencia, puesto que antes de que empezara la relación ambos individuos hacían frente y solucionaban su vida; sólo en el caso que se provenga de familias sobreprotectoras en donde los padres, daban solución a todos los conflictos que presentan sus hijos, hablaríamos entonces de una personalidad dependiente, que para enamorarse primeramente se fija en ciertos atributos de la otra persona que refuercen su dependencia y es por esta razón que no se permiten madurar y experimentar soluciones adecuadas. Este tipo de padres inutiliza a sus hijos haciendo de ellos precisamente seres incapaces de ir a la búsqueda de la mejor opción para su vida. Cuando se tiene una pareja y se establece una relación más por dependencia que por amor el problema existente es que se pierden las fronteras de contacto entre ambos, uno de los participantes de la relación carga al otro, situación que a la larga termina siendo cansada e inclusive llena de hastío para el que es necesitado todo el tiempo. Es por esta razón que la dependencia es una aparente zona de confort, que lo único que logra es hacernos cada vez más inoperantes para vivir realmente como deseamos.

Obsesionarse. Cuando no se logra procesar la ruptura precisamente porque interviene el mecanismo de negación, es cuando la persona puede pasarse varias horas pensando en la ex pareja, teniendo inclusive pesadillas. La conducta puede verse afectada, por ejemplo: llamar continuamente por teléfono, mandar mensajes de texto, cartas, e-mails. Pensar continuamente en qué estará haciendo la otra persona siguiendo su día a día, imaginar con quién estará saliendo, fantasearla haciendo el amor con otro, oír repetidamente canciones que traen recuerdos y evocar lugares o restaurantes adónde se ha ido con ella. Existen personas que acuden al domicilio o al trabajo de su ex, para seguirlo (a) y observar qué es lo que está realizando y con quién. Esta situación genera aún más dolor y aumenta el conflicto, ya que, se abandona la propia vida y los sueños por estar viviendo la vida del otro. Es conveniente realizar actividades que capten la atención y evitar las situaciones y escenarios que indefectiblemente harán recordar a la persona añorada; sin caer en la exageración.

La venganza. Como hemos mencionado, el terminar con una relación aunque sea de poco tiempo es doloroso y más si se tenían proyectos o planes a futuro. Sin embargo, existen personas que no soportan que las dejen, porque sus niveles de conciencia son bajos y su estima personal se encuentra depositada más en los otros que en sí misma, son personas centradas en su ego, que en su verdadera esencia, por lo tanto no soportan el mínimo desdén; entonces si se ha sufrido rechazo, el ansia de venganza hace su aparición y se presenta de diversas formas: por ejemplo, iniciar una relación antes de estar preparado y exhibirse con ella con la intención de que la pareja anterior se sienta celosa. Buscar a los amigos del ex para hablar del daño sufrido y de la mala experiencia vivida, evidenciando situaciones para que los amigos se alejen. Quejarse con la suegra o con la familia del otro para indicarles lo malo que fue. Y haciendo referencia a un aspecto legal, el quitarle todas sus posesiones e inclusive privar al conyugue de la visita a los hijos o el contacto afectivo con los mismos. No olvidemos una gran película que nos hace referencia a esto “La guerra de los Roses”, en donde ambos luchan incansablemente por el poder y por la ansia de destruir al otro y terminan destruyéndose a ellos mismos.

Para superar la pauta de venganza por despecho, habría que reconocer que está causada por una reacción de ira que nace del dolor del rechazo. Es importante ser consciente de ella para poder superarla. Y sobre todo empezar a ser consciente del valor personal intrínseco, olvidar alimentar el ego para reforzar el espíritu. Cuando una relación no fructifica, debemos recordar que es porque ambos no hicimos lo necesario, para caer en cuenta de los errores y modificarlos a tiempo. Nadie es perfecto.

Exageración. Todos los seres humanos tenemos como potencia el crearnos fantasías, es así que podemos construir fantasías en donde alcanzamos nuestros sueños y nuestras metas, trabajando con ahínco para lograrlo o decidir crear fantasías catastróficas en donde todo nos sale mal o la vida decidió traernos todos los males del universo. Por lo tanto, gracias a este proceso mental, el rechazado piensa de un modo exagerado que su ex pareja se lo está pasando fantásticamente bien, mientras él está destrozado. Cree que su mundo se ha empequeñecido, mientras que el de la pareja se ha hecho cada vez más grande y estimulante. Algunas personas muestran una tendencia a la autocompasión y utilizan la exageración para torturarse. Otro aspecto de la exageración es la idealización, la cual consiste en focalizar primordialmente en las cualidades maravillosas de la persona que se ha ido. Es en este rubro donde interviene la típica pregunta de ¿por qué a mí…? La persona es incapaz de analizar de un modo coherente la realidad de su relación y desde esa perspectiva ser más objetivo en su análisis.

En este caso conviene escribir una lista exhaustiva de todos los errores cometidos por ambos así como de los rasgos negativos de la personalidad, para llegar a ser realista y ser capaz de seguir adelante.

Las nuevas ataduras. Como fenómeno opuesto al de la dependencia, las nuevas ataduras constituyen otro obstáculo para la curación: llenar la vida con numerosas actividades para suprimir el sufrimiento, ver a los amigos todos los días, quedarse en el trabajo hasta altas horas de la noche. Aceptar cualquier proyecto, aunque esto repercuta en tiempo y rendimiento. Cuando se está tratando de establecer nuevas ataduras es difícil quedarse tranquilamente en casa, leer un libro o ver la televisión. Es como si se produjera una incapacidad de serenase y quedarse a solas dedicados a la reflexión y el análisis de la situación.

También se puede dar el caso de buscar relaciones efímeras que se consumen con rapidez, y añaden más inestabilidad emocional. Pasando de una relación a otra, el dolor y el miedo siguen en su sitio sin solución. Este es el escenario favorable para vivir engañosamente un enamoramiento que en realidad es una defensa para reducir el dolor. Es poner en práctica la creencia de que un clavo saca otro clavo y la realidad está muy lejana a esto, ya que para sacar un clavo, se requiere de una evaluación consiente de la situación, del sí mismo y del otro. No olvidemos que para sacar un clavo se requiere de un martillo o lo metemos más o nos deshacemos de él.

Los excesos. Una de las respuestas más frecuentes ante la pérdida y el rechazo son las conductas compulsivas, o lo que Gullo denomina huida mediante el exceso. La forma más grave de exceso es el abuso de drogas y de alcohol para poder tolerar mejor el dolor de la pérdida amorosa. Al recurrir a este recurso con frecuencia, se va perdiendo el control emocional. Esta conducta autodestructiva demuestra que se está perdiendo el dominio de la propia vida. Es necesario recordar que la propia vida es más valiosa que cualquier relación y el acudir a ciertas sustancias que permiten momentáneamente sanar u olvidar el dolor que se está experimentando no ayudarán ni a olvidar ni a soportar la pena existente. Es mucho mejor acudir a ayuda psicológica cuando se está cayendo en esta etapa. Eso nos beneficiaría grandemente.

Esta información fue extraída de este gran libro, recomendable para quien está atravesando por una ruptura y no ha podido sanar: Dr. Stephen Gullo y Connie Church, “El shock sentimental” Editorial Paidós.



Comentarios

  1. Me parecio excelente lo que lei aqui, voy a consegir el libro de donde se extrajo la información que buen falta me hace enteder mas sobre el tema.

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  2. gracias por enviarme el post lo acabo de leer y me ayudo mucho en éste momento.

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