¿Por qué no cumplo lo que prometo?


          

  


            Siempre los inicios de año traen un impulso que pocas veces vemos en el resto del año, tenemos ganas en la primera semana de cumplir cada uno de los propósitos que se plantearon en la noche del 31, que se apuntaron en un papel especial y que se guarda celosamente para poder revisarlo al final del año y tener claro si se pudo o no cumplir con el cometido.

            La pregunta interesante es por qué razón o razones, no cumplimos con los planteamientos hechos por nosotros mismos. Esa es una gran pregunta que todos nos hacemos y sobre todo los pacientes cuando acuden a terapia y llegan a la conclusión que PROCRASTINAN.

            Término acuñado por el mundo psicológico y después importado por el ámbito de los negocios y la administración, el cual se refiere a que se deja para después las cosas.(Demorar, retardar o retrasar algo.)

            Primeramente tenemos que dividir los quehaceres en los a) obligatorios y b) placenteros o elegidos por mutuo propio.

            En cuanto a los primeros los “obligatorios”, haremos mención de todas aquellas actividades que de una u otra forma se tienen que realizar aunque no lo deseemos o no tengamos apetencia por hacerlo. La lista es grande ya que se refiere a todos los “deberes” del cotidiano que son rutinarios y como dice mi pareja rudimentarios. Dentro de estos esta: Bañarse, lavar ropa y trastes, tender la cama, lavarse los dientes, hacer la tarea escolar, trapear, barrer, y todo aquello que tú puedas ingresar en esta lista.

            Obviamente cada uno  podemos odiar realizar estas actividades sin embargo, si no tenemos a nadie que nos ayude en casa, o a quien adjudicarle estas actividades tenemos que realizarlas, aunque no queramos. Es normal darnos cuenta de ya tenemos todos los trastes sucios o tenemos que lavar más de 4 docenas de ropa; sin embargo, aunque no nos demos cuenta tenemos que hacerlo, tarde o temprano. De ahí el dicho: “Para hacer poco y malo no hace falta salir temprano”. Tal vez añoramos nuestra edad infantil, en que de manera mágica todo estaba hecho y sólo el tiempo estaba dedicado a disfrutar y descubrir

          Ahora los quehaceres elegidos por placer o por proyecto (por decirlo de alguna manera) que son aquellos que nos fijamos desde dentro, que parten de la propia elección, no nos causan “tanto” problema y por lo mismo, no se demoran o retrasan. Es así que podemos con cierta certeza, afirmar que la base para que no retrasemos o posterguemos ciertas actividades tiene que ver directamente con el disfrute o gozo que nos causa.

           Partiendo de estas afirmaciones podemos entonces llegar a la conclusión que a veces nos planteamos como retos o metas ciertas cosas que de fondo no nos causan ningún tipo de placer aunque  interiormente sabemos que nos convienen; sin embargo no es algo de lo que realmente estemos convencidos y por eso procrastinamos y nos saboteamos. Una dieta es un claro ejemplo de esto. Por supuesto deseamos comer todo lo que se nos presente enfrente, pero no todo es saludable o pertinente y menos si estamos pasando por un proceso de desintoxicación.

          A veces, sabemos que es necesario hacer ciertas cosas, cambiar de actitud, esforzarnos en cumplir ciertos cometidos porque de fondo nos traerán beneficios ya sea económicos, físicos, para las relaciones, salud, etc.

            Qué tenemos entonces que hacer:

1.- Te invito a que primero hagas las cosas que no deseas hacer. No lo pienses, sólo hazlo de manera determinada,

2.- Cuando las cosas se piensan demasiado pareciera que la energía invertida en sólo pensarlas es suficiente y  no queda reserva para pasar a la acción. Así que pon manos a la obra,

3. Organiza tus prioridades, existen situaciones necesarias, importantes y urgentes; es recomendable tener clara esta división para que puedas jerarquizar y poner la energía necesaria.

4. Acepta que existen muchas cosas en tu vida diaria, que aunque no lo desees tendrás que hacer. Así que evita la resistencia y entre más rápido te aboques mejor será.

5. Realiza una lista por día de actividades a realizar y cumple con ella. Si te das cuenta de que no la pudiste realizar haz conciencia de las causas y te sugiero que la hagas más pequeñas.

            Si cualquiera de estas sugerencias no te sirven, creo conveniente que entres en un proceso terapéutico para poder reconocer cuál es el origen y causas de la razón por la cual retardas lo que tienes que hacer, aunque lo terminas haciendo con mayores complicaciones.

Espero que te sirvan estas reflexiones, no dudes en dejar tus comentarios. 
Feliz 2017 
            

Comentarios

  1. Muchas gracias Moni, yo estoy en el proceso de la constancia, y poder organizar por prioridades y como sugieres, hacer lo mas difícil primero, me ha permitido sentirme satisfecha de haberlo logrado día con día, motivándome ha continuar. Gracias por compartir.
    Camillieri.

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  2. Gracias a ti por darte tiempo en escribir estas lineas. Un abrazo fuerte.

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